La crisis en el país petrolero y una hipotética puesta en vigor del Título III de la Ley Helms Burton generarían una situación insostenible para los inversores.
La grave situación política que atraviesa Venezuela podría llevar a algunas empresas y consorcios extranjeros a replantearse el interés sobre invertir en Cuba, elemento cardinal para la recuperación económica de la Isla.
Según expertos, la crisis en el país petrolero y una hipotética puesta en vigor del llamado Título III de la Ley Helms Burton generarían un contexto prácticamente insostenible para actuales y futuros inversores.
“Todas son malas noticias. La economía va a empeorar más debido a la crisis de Venezuela y las nuevas amenazas de Trump. Nuestros empresarios vienen a preguntarnos qué podemos hacer (…) Están realmente preocupados y nosotros también”, comentó a Martí Noticias un agregado comercial de un país europeo con grandes intereses comerciales en la Isla.
Aunque el régimen cubano ha disminuido su dependencia de Venezuela en los últimos años, la nación suramericana continúa siendo el primer socio comercial de la Isla y una hipotética caída obligaría a La Habana a implementar medidas de emergencia.
La pasada semana, el execonomista del Banco Central de Cuba y profesor de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, Pavel Vidal, aseguró al diario Nuevo Herald que, de producirse un cambio de régimen de Caracas, el Producto Interno Bruto (PIB) de la Isla podría caer entre un 4 y un 8 por ciento.
En el caso del Título III de la Ley Helms Burton, de levantarse su suspensión, los ciudadanos estadounidenses podrían demandar a compañías y personas extranjeras que han invertido en propiedades confiscadas por La Habana en la década de 1960.
Otros, como el inversionista británico David Mathew, también involucrado en varios proyectos en Cuba, sostuvo que a muchos empresarios también les preocupan las medidas de Trump y su posible accionar en el futuro.
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