Por: Rodolfo A. Rico / Venecuba

Farmacuba, grábese el nombre. Ese es el de la empresa, cubana por supuesto, responsable del surtido de las medicinas para los módulos de Barrio Adentro y los CDI.  Medicinas que cambiaron de importador y que en el camino afectaron a la producción nacional. Una vez más se privilegió a los asesores externos y a la producción trasnacional por sobre la venezolana. Es una historia que acá en Venecuba ya hemos visto en el sector eléctrico, en seguridad, en deportes, en el médico y ahora en el farmacéutico. Conversamos con Patricia Marcano, de Armando.info, periodista con muchos años cubriendo el sector salud y que recientemente publicó Una sobredosis de Farmacuba mató a la industria farmacéutica venezolana.

A partir de la sistematización de la información enviada por la Aduana de Puerto Cabello, convertida en una base de datos por el equipo de Armando.info, se pudo identificar a Farmacuba y radiografiar los cambios ocurridos entre 2014 y 2017.

Patricia Marcano, de Armando.info

-¿Cuál fue el hallazgo de tu investigación?

Lo interesante fue ver que la Fundación Oro Negro dejó de ser la consignataria de estas medicinas cubanas. En 2015 deja de importar medicamentos y toma la batuta directamente la Fundación Barrio Adentro. No logramos saber el por qué de éste cambio, pero si vimos que coincide con la salida de Rafael Ramírez del ministerio y de PDVSA. También lo que nos mostró la base de datos de Puerto Cabello es que esto concuerda con la merma de las importaciones de las trasnacionales privadas.

Vimos que quien importó medicamentos en este periodo fue la Fundación Barrio Adentro. Las trasnacionales privadas eran quienes tradicionalmente traían más medicamentos. En el panorama venezolano el gobierno le compraba a las multinacionales las medicinas de alto costo, que eran las que se conseguían en el Seguro Social. Todo esto además coincide con la deuda que el gobierno tenía con las farmacéuticas y que poco a poco ellas fueron cerrando las operaciones en el país.

La Matruska cubana de los medicamentos

-Cuba tiene una estructura muy particular con sus medicamentos.– prosigue Marcano-  Al ver una cajita puedes identificar el nombre de Farmacuba, pero al detallar ves el del laboratorio: “8 de marzo” o “Reinaldo Gutiérrez” y empiezas a descubrir cómo funciona el sector farmacéutico en la isla. Donde todo es del gobierno y no hay nada privado. Y te das cuenta que es un gran emporio. Tienen varios laboratorios pequeñitos, todos con materia prima importada de China, India o Europa. También tienes un instituto especializado en hacer vacunas, otro en medicamentos de alto costo u oncológicos. Otro instituto que hace hemoderivados y al final todos tienen como paraguas una empresa que se llama BioCubaFarma. Y También está Farmacuba, que es como la Corpovex de los medicamentos. Son los únicos autorizados  para la exportación de los medicamentos, no importa quién los produzca en Cuba. Esa organización me llamó la atención.

-¿Los cubanos si producen los medicamentos o son sólo intermediarios?

-Siempre se ha rumorado y se ha dicho que el gobierno cubano triangula, pero no podemos demostrarlo.  Ciertamente, ellos producen medicamentos, pero están en crisis desde 2016. Por una entrevista que dio una representante de BioCubaFarma y del Ministerio de Salud al diario Granma supimos que desde 2016 tenían retrasos en el pago a sus proveedores de materia prima y que el 92 % de la base para estos medicamentos es importada.

– En 2016 ya Venezuela estaba en crisis, y el precio del petróleo había bajado siendo el principal cliente de servicios de Cuba ¿Tendría que ver Venezuela con la falta de recursos de Cuba para pagar a proveedores?

-Lo único cercano a eso que conseguimos fue en la memoria y cuenta de 2015 del Ministerio de Salud. En ese año ellos declaran haber pagado el 70 % de la deuda que tenían con el convenio Cuba Venezuela. Lo más que podríamos suponer es que era una deuda que se iba acumulando año con año. Con el convenio no solo se habla de medicamentos, sino de insumos y por supuesto los médicos. Con otra base de datos, Datasur, que usamos para llenar los huecos de la nuestra de Puerto Cabello, pudimos ver que año a año ha disminuido la importación de medicamentos desde Cuba. El año de mayor importación fue entre 2011-2012 cuando se importaban unas 3 mil toneladas.

Las medicinas cubanas sí están en regla

– ¿Por fin las pastillitas de los médicos cubanos cumplen con todos los permisos?

-Siempre se ha dicho de los medicamentos, de las medicinas de los cubanos, que no tienen permiso sanitario, pero eso no es así. Al principio en los módulos de Barrio Adentro era posible recibir blister con medicinas que hasta incluían el precio en pesos cubanos. Pero eso cambió y mejoró y lo que se trajo posteriormente sí tenía registro sanitario, sí cumplía con los requisitos del Instituto Nacional de Higiene, con su farmacéutico patrocinante y con una casa de representación en Venezuela. Esa casa de representación es Norville de Venezuela, una casa registrada en 1996.

Leyó bien. 1996. Corrían en la isla los tiempos post caída del muro de Berlín. Los tiempos del periodo especial en la que ya no había un imperio que comprara azúcar a precio de oro y, por lo tanto, Cuba necesitó reinventarse para conseguir dólares. Y Fidel tuvo una idea. Así nos lo cuenta Patricia Marcano. La idea de Castro era que había que crear desarrollos de polos científicos, tecnológicos y de salud para producir y exportar. Y en esos tiempos, gobernaba el chiripero de Rafael Caldera en Venezuela y se registró Norville de Venezuela, y también hallaron uno en Ecuador. La empresa en Venezuela pasó de una etapa en la que tenía capital privado a otra en que fue totalmente propiedad de Biotech, otra empresa cubana de salud.

-Parece haber una tendencia en el chavismo en la sustitución de expertos y producción local ¿Eso también se observa en el sector farmacéutico?

– Si eso fue otro hallazgo, en el listado de medicamentos esenciales que tiene el Instituto Nacional de Higiene pudimos ver todos los medicamentos de Norville venezolana que están autorizados. Conseguimos que antibióticos que se traen a través de Farmacuba, pero que eran producidos por el Sefar, el servicio de producción de medicamentos del estado venezolano. Te consigues también inmoglobulina que solía producirlo Quinbiotech, otra empresa del Ministerio de Ciencia y Tecnología. También en ese listado están muchos medicamentos esenciales o básicos como antiinflamatorios, antiasmáticos, antipiréticos que hacían laboratorios nacionales que ahora se importaban con Farmacuba. Cuando consultamos a algunos especialistas nos indicaron que efectivamente era como una competencia desleal, porque en lugar de comprárselo a los laboratorios nacionales te lo trajiste de afuera. Además, en paralelo acumulaste una deuda con los laboratorios farmacéuticos venezolanos y trasnacionales de 5 mil millones de dólares, que no has pagado, pero en paralelo gastaste 2 mil millones de dólares pagándole a Farmacuba. Al final perjudicaste a la industria nacional y apoyaste a tu aliado ideológico. Por un lado tenías a Chávez hablando de apoyar la producción nacional y por otro importabas lo que podías producir acá

Otra cosa que pudimos corroborar es que estas medicinas cubanas eran de uso exclusivos de los módulos de Barrio Adentro. Todo lo de Farmacuba llegaba a Barrio Adentro, pero no al Sefar. Ellos tenían un almacén especial. Al Sefar llegaban otras medicinas cubanas de Herber Biotech, también representado por Norville pero estas eran importadas por el Ministerio de Salud y no por la Fundación Oro Negro o Barrio Adentro.

Barrio Adentro no es lo que era

Sólo estrictas emergencias. Esa es la orden. Ya no se puede ir a un CDI a que te atienda un especialista y te de una pastillita. Ahora las medicinas son exclusivas para que quienes estén hospitalizados allí. Algo parecido ocurre en los reconocibles módulos octogonales de Barrio Adentro, allí también se acabó la variedad. La salud venezolana está enferma, el sector farmacéutico golpeado y esto fue un buen negocio, otro más, para quienes gobiernan la isla mayor del Caribe.