Por Rodolfo A. Rico / Venecuba
Antes de 1999
El intercambio comercial entre Venezuela y Cuba era simplemente irrelevante antes de 1999. Al principio de la democracia, por la doctrina Betancourt de no relacionarse con dictaduras en la región como República Dominicana o Cuba. Esa postura cambió particularmente en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez.
En 1995, cuando comienzan los datos del Observatorio de Complejidad Económica, Venezuela importaba de Cuba, chatarra (49 % de las importaciones), celulosa (11 %) o miel natural (8.6 %), un total de 2.6 millones de dólares. Dos años después, en 1997, 69 % de las importaciones desde Cuba eran la más tradicional caña de azúcar, cable aislante otro 7,7 % y el rubro mármol, travertino y alabastro, otro 4.9 %, para un total de importaciones de 4.7 millones de dólares.
Pero es en 1999, con la llegada del chavismo, que vemos por primera vez en esta base de datos que desde Venezuela se importa petróleo desde la isla grande del Caribe que significó aquel año 63 % de las importaciones. Otro 13 % sangre humana o animal (que es el rubro en que puede estar la sangre, pero también las vacunas para uso humano según la clasificación) y, finalmente, 5.1 % de hierro semi acabado. El total de las importaciones alcanzaba ya 7,6 millones de dólares. De aquí en adelante, durante el chavismo esa cifra no iría sino a subir. Las exportaciones desde Cuba en 2012, año electoral, alcanzaron los 488 millones de dólares.
En el principio fue el convenio
La piedra angular de toda la relación entre Cuba y Venezuela es el convenio integral firmado por ambas naciones tan temprano como en octubre del año 2000. Después de esa fecha se ha ampliado, ha aumentado la cantidad de barriles intercambiados por servicios de todos los tipos incluidos en el muy amplio convenio. Lo que no se incluye en ese convenio no es cobrado en petróleo por la isla caribeña, sino en divisas por servicios.
Las tres principales formas de ingreso de divisas de la isla de Cuba son la prestación de servicios, las remesas y el turismo. Y Venezuela como principal cliente de servicios durante la era del chavismo fue un apoyo fundamental. Tanto que el economista venezolano Omar Mora dice que este esquema de cooperación superó al que Cuba mantuvo con la Unión Soviética. Es decir, superó los 35 mil millones de dólares. En 2013, por ejemplo, un investigador cifraba en 11,5 millardos el ingreso de Cuba por ese concepto, de los que 9,5 correspondían a Venezuela.
Un ex ministro de economía cubano, José Luis Rodríguez, resaltaba que entre 2004 y 2008 “se logró una relación de intercambio muy positiva con Venezuela”. Según afirma el experto en Cuba, Carmelo Mesa Lago, 75 % de los ingresos de Cuba en la exportación de servicios corresponden a Venezuela y esta relación generó un superávit en la economía cubana. Los servicios profesionales llegaron a corresponder, en su mejor momento, hasta 13,8 % del PIB cubano; actualmente descendió a 8,3 %. Y desciende, claro, a causa de la crisis venezolana.
Desde Cuba se importa de todo
El convenio integral Cuba Venezuela, en su apartado de salud, es muy evidente cuando se revisan los datos de exportaciones de ese país hacia Venezuela. Y es que no sólo se importa a los médicos o expertos en salud que atienden en los módulos de Barrio Adentro, con ellos vinieron las medicinas empacadas y sin empacar, las vacunas, los equipos de rayos x, los antibióticos, los reactivos de laboratorio, los instrumentos médicos, especialidades farmacéuticas y, por supuesto, también los productos dentales, los lentes y sus monturas.
El año 2000, en el que se firmó en octubre el convenio integral Cuba Venezuela, pero aún no existía Barrio Adentro (que se creó en 2003), 26 % de las importaciones desde la isla entraban en la categoría sangre humana o animal (en la que, según clasificación internacional, entran las vacunas y los antibióticos); ya entonces 14 % de las importaciones eran de medicamentos empacados y, aunque la SIDOR privatizada estaba por romper en los próximos años varios récords de producción, desde Cuba se importaban estructuras de hierro (14 %), hierro crudo (5,3 %), además de hierro semi terminado (6,3 %). Ese año las compras a la isla apenas eran de 9,78 millones de dólares. Ya era poco más del doble que el último año antes de la asunción de Chávez en el poder. Ese también fue el año del Plan Bolívar 2000 con el que Chávez quería demostrar que los militares no eran una fuerza de represión, sino de desarrollo y seguridad. Ese plan, es bueno recordarlo, ya incluía un apartado médico, oftalmológico y dental.
En 2002, año del intento de golpe de Estado, Venezuela ya importaba de Cuba 10 millones 400 mil dólares en los que destacan los rubros de sangre humana o animal (30 %); hierro semi terminado (18 %), instrumentos médicos (18 %) y también hierro en barra (8,4 %), que es destacable porque también ese año la privatizada SIDOR rompía récord de producción en distintas áreas.
En 2003 fue creada la Misión Robinson. La puesta en práctica de un modelo de alfabetización creado por Cuba, a petición de Fidel Castro, un par de años antes para Haití y luego expandido a toda la región. El negocio se nota en la exportación de Cuba. Ya la cifra asciende a 198 millones de dólares. Y en primer lugar ese año no está ningún rubro tradicional de la isla, sino los cuadernos de papel (42 %), los folletos (16 %), los reproductores de vídeo (8,4 %), las grabaciones de audio (9,4 %).
2004 es el año del referendo revocatorio. Es también el año de apogeo de las misiones. A la Misión Robinson para alfabetizar se le suma la Misión Ribas (desde noviembre del año anterior) para culminar el bachillerato. La Misión Barrio Adentro se expande por el país y todo se refleja en los datos de importación de Cuba del Observatorio de Complejidad Económica: cuadernos de papel, folletos, libros de ejercicios y de lectura, suman 24,9 % de las exportaciones de Cuba para Venezuela; otro 20 % lo constituyen los medicamentos empacados, los instrumentos médicos 5,9 % y varios más vinculados al sector salud por debajo de 1 %. Los barcos para dragado constituyeron 16 % de lo que se importó ese año, cuyo monto ya estaba en 267 millones de dólares ¿Qué hubo que dragar ese año?
Llega 2006, otro año electoral en la Venezuela del chavismo. Ya los medicamentos empacados constituyen 32 % de lo que se importa de Cuba. Ese año sería de mucha importación vinculada a la salud: 6 % en vacunas o antibióticos, 9,5 % en instrumentos médicos, 8,5 % en muebles médicos, 3,1 % en equipos de rayos x y 3,1 % en aparatos terapéuticos. Esta es la lista de compras para hacer posible la renovación de la fe chavista. Misión Barrio Adentro 2 había sido lanzado en junio de 2005: Los Centros de Diagnóstico Integral, las Salas de Rehabilitación Integral y los Centros de Alta Tecnología. Fueron 235 millones de dólares que, sin duda, ayudarían a la reelección de Hugo Chávez en el poder.
En 2008 debe haber ocurrido alguna singularidad con los convenios venezolanos agrícolas con Cuba, porque ese año 51 % de las importaciones fueron de maquinaria para la refinación de azúcar. Para ese año ya estaban los primeros acusados por corrupción en el Central Azucarero Ezequiel Zamora. Aunque todavía habría más tiempo para corrupción y desviación de fondos, según un informe de Transparencia Venezuela que recuerda que apenas fue en 2011 cuando esta empresa, prometida en 2001, empezó a funcionar. El otro gran rubro de ese año seguirán siendo los medicamentos empacados 21 %.
En los siguientes años, los medicamentos y la maquinaria para alimentos serían las importaciones más relevantes. En el caso de productos del sector salud, sobrepasando más de 60 por ciento del total de las importaciones. Con singularidades como los botes remolcadores (17 millones de dólares en 2010: 7,5 % del total); el regreso de la importación de hierro en barra en 2012 (5,3 %) y la aparición en 2013 del cemento, que constituyen juntos 6,9 % de las importaciones desde la isla. Pero ese año, el primero de Maduro, y el último del que se dispone de datos, la compra venezolana a Cuba comenzaría a decrecer, al bajar a 337 millones de dólares, luego de haber rozado los 500 millones en 2012. Murió el comandante y se llevó a la tumba la rumba.
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