Por Rodolfo A Rico / Venecuba

Venezuela tiene una larga relación cultural con Cuba. Desde su música, a sus radionovelas. Desde empresarios que hicieron su vida aquí hasta los venezolanos que viajaron a sus festivales de cine, sus congresos o se formaron allá. Pero con el chavismo apareció una relación de apariencia ideológica que terminó siendo, sobre todo, un negocio para la isla cubana y no tanto para Venezuela, más allá de lo simbólico. Hacemos un recuento con gráficos sobre lo que ha significado esa relación. 

Solidaridad. Si usted entiende la solidaridad como una relación altruista, entonces la relación de Cuba con Venezuela no lo fue y no lo es.  Venezuela le generó a Cuba más de 35 mil millones de dólares. Venezuela fue el principal comprador de servicios cubanos en el mundo, lo que a la isla le generaba más ingresos que el turismo o el azúcar. Y además todo está basado en un contrato de servicios: el Convenio Integral Cuba – Venezuela.

Analfabetismo. La propaganda dice que la Misión Robinson, un método de analfabetismo inventado por los cubanos un par de años antes, acabó con el analfabetismo en Venezuela. Los expertos y los datos dicen cosas muy distintas: el promedio de analfabetas entre el Censo 2001 y 2011 se mantuvo, la prosecución escolar disminuyó en vista que jóvenes en edad de estar escolarizados aprendían por fuera del sistema formal. Para ponerlo en números en 2001 había en Venezuela 1.082.485 analfabetas. Y diez años después, era de 1.039.217. Sólo 43 mil personas serían las verdaderamente alfabetizadas. Pero en el método incluyó la compra a Cuba de televisores, reproductores de video y folletos para apoyar las misiones educativas.  A juicio del investigador Luis Bravo Jáuregui la Misión Robinson lo que hizo fue darle al chavismo una épica civil de la que carecía.

Salud. Sí, es verdad, la medicina cubana es referencia en prevención. Mucho antes de Chávez ya iban venezolanos a estudiar “medicina familiar” a Cuba. Pero también es cierto que en Venezuela existía un modelo de atención primaria vinculado a los ambulatorios que fue dejado de lado para construir un sistema paralelo desvinculado del sistema de atención hospitalaria tradicional. Esa es con frecuencia la mayor queja de especialistas y organizaciones dedicadas a ese derecho, al menos antes de la crisis humanitaria compleja que evidentemente el sistema de Barrio Adentro no supo atajar a tiempo. Lo que sí supo atajar el gobierno cubano promotor del modelo, fueron los recursos generados por su instalación en el país que significó la compra a Cuba de prácticamente todo lo que se puede encontrar en un módulo de Barrio Adentro o en un CDI.

Soluciones eléctricas. El sistema eléctrico cubano es de pequeñas dimensiones comparado con el venezolano. Distintas dimensiones y necesidades (Venezuela alguna vez tuvo un potente sector industrial y ensamblador) puede suponerse requieran distintos tipos de respuesta. Pero no, se da la casualidad que la “revolución energética” en Venezuela y Cuba requirió el mismo tipo de soluciones y de proveedores. La compra de grupos electrógenos fue ampliamente criticada por los expertos venezolanos. Sin embargo la compra se hizo y, como era previsible, no estaban funcionando cuando más se les necesitó.

La mejor medicina. Depende de para quién. La compra de medicina de manera masiva al gobierno de Cuba significó dejar de pagarle deuda a las farmacéuticas nacionales y extranjeras  presentes tradicionalmente en el país Pero también se dejó de producir en laboratorios del Estado, para comprar al gobierno cubano

Seguridad nacional. En Venezuela, distintos sectores vinculados a la seguridad del país están influidos por asesoría del gobierno cubano. Los sistemas de identificación y extranjería, las notarías y registros, la transformación de la Fuerza Armada Nacional y la de la Policía Nacional Bolivariana tienen sello cubano, según la experta Rocío San Miguel.

Los mejores expertos. Hay una tendencia en toda la contratación y compra de bienes y servicios a Cuba y es su desplazamiento y desdén a la experiencia y formación profesional venezolana. En el sector eléctrico y el de salud es donde esto resulta más evidente, puesto que las consecuencias fueron advertidas con suficiente antelación. El abandono de Barrio Adentro, su desconexión con el resto del sistema de salud o la falta de idoneidad en la compra de soluciones eléctricas y sus consecuencias fueron avisadas por los expertos y desdeñadas por el poder.